viernes, 26 de junio de 2015

Así fueron mis sesenta


Dicen que no hubo ni habrá una década como esa. No sé si esto es pura nostalgia, pero no me resisto a pasar por ella de puntillas, yo también quiero ofrecer mi versión de los hechos.
Aquellos fueron años movidos, revueltos, de cambio en muchas cosas. El hombre llegó a la luna, la sociedad vivió con cierto recelo el movimiento hippie y el amor libre, los Beatles se dieron a conocer y eclosionó el fenómeno fan, las calles se vistieron de minifalda y de protestas estudiantiles...

                        
                                    Pero yo los viví con otros ojos...y te aseguro que la perspectiva es bien distinta.







Aquellos años me saben a niñez.
A tardes de juegos en la calle,
a la comba, al pollito inglés...
Al olor de los barquillos de Manolo
y al almíbar de las tartas 
que de sus manos salían
para endulzar los instantes
de toda la chiquillería.


Inconfundible el sabor del verano
de aquellos días.
Las calles de arena, el olor del puerto,
las gaviotas rondando la pesca 
de los barcos de Punta Umbría.
Y ese mar amigo, azul, sereno,
besando la tibia orilla
salpicada de conchenas.

Aquellos días de luz y vida,
de sueños, 
forjaron amaneceres
que destruyeron los miedos.

El eco de esos años aún envuelve
de alegrías mi memoria, 
que los busca y los goza,
que los siente como nuevos.

Así fueron los sesenta, 
mágicos, veloces, 
revueltos... para algunos.
Para mí fueron dulces.